Soy nutricionista, sí. Pero no soy la que te va a decir cuántas calorías tenés que comer, ni te va a felicitar por bajar de peso.
Soy la que alguna vez también se sintió perdida, cansada de exigirse, atrapada en una relación con la comida que solo traía culpa, control y agotamiento.
Pasé por planes estructurados, me armé menús al milímetro, evité comidas con miedo, y me castigué con “hábitos saludables” que solo escondían más presión.
Hasta que un día me pregunté: ¿y si la solución no era seguir controlando? ¿y si no era mi cuerpo el problema, sino la forma en que me enseñaron a habitarlo?
Ahí empezó mi despertar.
Me formé como Licenciada en Nutrición en la Universidad de la República y me especialicé en psiconutrición, para poder unir lo físico, lo emocional y lo mental en un enfoque que no reduzca a nadie a un número, un peso o una lista de alimentos permitidos.
Aprendí que la verdadera transformación no empieza en el plato, sino en el vínculo que tenés con vos misma.
Por eso, no vengo a darte un menú ni a evaluarte.
Vengo a escucharte, a acompañarte, a ayudarte a entender tu historia con la comida y con tu cuerpo, para que puedas volver a confiar en vos, elegirte con libertad, y encontrar ese equilibrio que se siente liviano, genuino y real.
Trabajo con mujeres que están cansadas de sentirse en deuda con ellas mismas.
Mujeres que ya probaron todas las fórmulas pero aún no encontraron paz.
Mujeres que quieren volver a comer con placer, compartir sin culpa y habitar su cuerpo sin miedo ni vergüenza.
Si estás buscando un cambio que no duela, que no te exija ser otra, sino que te devuelva a vos...
Estoy acá para acompañarte.
Porque no vine a corregirte.
Vine a recordarte que no estás rota.
Y a devolverte la confianza que siempre fue tuya.